España - Tels. 680 53 75 56 - 965 78 63 38
probadas y usadas por millones de personas, con éxito, en todo el mundo;
para el remedio de síntomas como la depresión, el estrés, la ansiedad.
Dolores musculares y óseos. Problemas respiratorios y alergias.
lunes, 10 de octubre de 2011
Fisica Cuantica: La Primera Clave para Encontrar Tu Camino es Saber de que estas Hecho Tu y el Mundo (2a. Parte)
Muchos físicos que trabajan con partículas subatómicas están descubriendo varias cosas interesantes acerca del universo. Por ejemplo, han encontrado que dos partículas separadas por el tiempo y el espacio pueden estar “invisiblemente vinculadas” entre sí y actuar en sincronía. También han averiguado que el mundo en el que vivimos parece estar construido como si se conociera a sí mismo. Esto parece haber sucedido “cortando” el Uno total en por lo menos dos estados, con un estado diseñado para ver y el otro para ser visto. El que fue diseñado para ver está bajo la ilusión de la separación del que fue diseñado para ser visto. Es una ilusión necesaria y persistente pero en la realidad todo es Uno.
Todo el universo es creado con la participación y observación de aquellos que participan y observan. La riqueza es manifestada debido a que tú y yo la estamos examinando. Tu certeza, tu fe y tu atención es lo que la crean.
En realidad, ya existe como una onda de probabilidad, pero tú, causas que sea una cosa definida, un evento en un punto del espacio y del tiempo. Esto va aún más profundo. Ya existe como un evento pero la percepción del tiempo la hace aparecer “aparte” y “separada”. Una vez que se entiende lo que es el tiempo y cómo funciona, se es capaz de manifestar más rápido y en grandes cantidades.
Ahora vayamos a algo un poquito más complicado. Hemos visto que las partículas subatómicas existen como probabilidades y que cuando las observamos causan su localización en un punto particular del espacio y del tiempo. En otras palabras, una partícula tiene el potencial de estar en los lugares A, B, C y D. Cuando observamos el lugar C, aparece en el lugar C y cesa de tener la posibilidad de aparecer en los lugares A, B y D hasta que dejamos de observar el lugar C.
Muy bien, una nueva escuela de pensamiento está estudiando la teoría de Everett-Wheeler-Graham que dice que los cuantos se localizarán en los cuatro puntos ¡pero en diferentes mundos que coexisten con el nuestro! En otras palabras, todas las posibilidades se manifiestan realmente en lo físico ¡pero en mundos paralelos! Hay evidencias de esto en las investigaciones realizadas por físicos que buscan signos de que el universo es un gigantesco holograma multidimensional. ¿Cómo funciona esto? Cuando una partícula tiene la probabilidad de estar en los lugares A, B, C y D no elegirá solamente un lugar para estar sino que elegirá estar en los cuatro, pero para que esto sea posible, el universo se “parte” en cuatro, sin que cada uno de ellos se dé cuenta de los otros tres. En la mecánica cuántica, a esto se le llama la interpretación de los mundos múltiples ó universos paralelos.
Suena descabellado pero si se piensa un poco, es definitivamente posible –nada es imposible para La Fuente. Muchas religiones nos dicen que aún antes de que lo pidamos ya se nos ha concedido. También nos dicen que todo lo que pueda existir existe Ahora. Hoy en día también sabemos que el universo se parte ó mejor aún que crea la ilusión de la separación, de manera tal que una “pieza” pueda ser la pieza observada y la otra pueda ser el observador para conocerse a sí misma. El Uno se parte a sí mismo de manera que se pueda conocer a sí mismo y tener algo con que compararse. Cuando es solo Uno no tiene nada con lo cual compararse para saber lo que es.
El Ser, el espíritu, es eterno y existe a través del espacio y el tiempo. Ahora bien, la próxima decisión que tomemos partirá el universo. Nos volveremos conscientes de la parte del universo que elijamos. Existiremos en la otra parte que no elegimos, pero no estaremos “despiertos” en ella, a pesar de que sus esencias aún nos lleguen y nos ayuden a conocer lo que elegimos y viceversa.
Otras personas que eligieron el otro mundo que nosotros no elegimos estarán “despiertas” en él pero no aquí, en nuestro mundo. Ahora podemos ver cómo el libre albedrío funciona todo el tiempo sin entrar en conflicto con sí mismo y además, como es que una verdad puede ser aparentemente contradictoria y no obstante ser totalmente verdadera.
El universo también se “parte” en nuestro ser presente, nuestros seres pasados y nuestros seres futuros. Estamos despiertos a uno de esos seres a la vez (nuestro ser presente) pero nuestros futuros seres, por ejemplo, son capaces de advertirle a nuestro ser presente de cosas por las cuales ya pasaron y no les agradaron de manera de que no pasemos por lo mismo. Es una matriz muy compleja y constantemente cambiante. Toda la matriz se desplaza con cada decisión. La vida está constituida de procesos eternos que existen al mismo tiempo con todas las posibles existencias, en este momento. Solamente elegimos una para estar despiertos de instante en instante. La física está recién comenzando a probarlo.
Ahora sabemos que el universo se originó de una existencia similar a la de una partícula subatómica. Desde entonces se ha estado expandiendo a una velocidad más alta de la que podamos imaginar. Se forman océanos, se forman mundos y cosas similares, todo por cortesía de la Física Cuántica.
Pero esto es aún más mágico. El universo está continuamente dando nacimiento a nuevos universos. Muchos físicos ven ahora evidencias de comportamiento acorde a la teoría de los universos paralelos y de varias interpretaciones de la Física Cuántica que existen a este efecto. La mayoría de los físicos creen que la nuestra es una existencia continua pero caótica ó azarosa, principalmente porque no han encontrado otra razón para la existencia. Pero, ¿qué papel juega el Espíritu? ¿Qué rol cumples nosotros, nuestro ser, nuestra alma? ¿Puede ser que nuestras elecciones sean la causa de esta fragmentación “caótica” de los mundos? A los físicos les agrada excluir de sus investigaciones al espíritu a pesar de que éste da nacimiento a la materia y no al revés. Pensemos un poco. Einstein es uno de los pocos físicos que se resistió a creer que todo ocurre de forma caótica o azarosa. Dijo que se resistía a creer que “Dios juegue a los dados”.
El mundo cuántico es el mundo real. El mundo que vemos con los ojos es simplemente una percepción imperfecta de un grupo de actividades cuánticas. Aún así, la actividad cuántica es causada por uno mismo, nosotros somos la Primera Causa. Pero, lo que vemos con los ojos no es la Primera Causa, sino sólo un efecto. Una buena ilustración de ello es el famoso experimento del gato de Schroedinger (propuesto por Erwin Schroedinger, a quién se le otorgó el premio Nobel de Física en 1933). Muestra lo que ocurre cuando se pone un gato en una caja con una botella de gas venenoso. Se coloca un dispositivo dentro de la caja, el cual puede abrir la botella de gas y por lo tanto matar al gato. Luego uno cierra la caja de manera que no se pueda ver lo que hay adentro. A propósito, el gas de la botella sólo se vuelve venenoso si un átomo radiactivo en particular, se descompone.
La Física Cuántica muestra que éste átomo radiactivo existe simultáneamente en los estados de “descomposición” y de “no descomposición” hasta el momento en que se lo mida (o sea hasta que se abre la caja para ver si el gato está vivo o muerto). (Todo existe en todos los posibles estados hasta que se observa), no se puede saber si el gato está vivo ó muerto sin abrir la caja. Mientras que la caja permanezca cerrada, el gato está, al mismo tiempo, tanto vivo como muerto.
Por esta razón es que la Física Cuántica parece ser tan loca- ¡dos estados contradictorios existen al mismo tiempo! Es, en el momento en que uno abre la caja para verificar si se descompuso ó no el átomo radiactivo y por lo tanto si el gato está vivo ó muerto, cuando uno de estos dos estados se materializa.
Aún así, los físicos saben ahora que (1) sus expectativas y pensamientos influyen en los resultados y (2) la interpretación de los mundos múltiples ó universos paralelos nos dice que ambos ocurren pero el mundo se “parte” en ambos y nosotros tomamos, en algún nivel, aquello que elegimos.
Sabemos ahora que todo en el universo es una dualidad onda-partícula. Lo que esto significa es que todo, incluido el cuerpo y tu casa, son una onda y una partícula al mismo tiempo. No hay diferencia entre nosotros y la luz –excepto por el hecho de que la luz tiene una longitud de onda diferente de la nuestra pero somos aproximadamente lo mismo que la luz. Esto lo dice actualmente la Física. Miles de años atrás, varios maestros espirituales no dijeron lo mismo- venimos de la luz. Somos luz. En efecto, si examináramos el cuerpo con un microscopio encontraríamos que más del 99% es “espacio”. El resto, la parte sólida, es sólo un conjunto de exactamente las mismas cosas de las cuales está compuesta la luz, de las mismas partículas subatómicas. En realidad, incluso el “espacio” está lleno de energía.
Nuestra mente, a partir del espíritu, mantiene al cuerpo “unido” como una unidad “sólida”. Nuestra mente hace lo mismo con otras cosas que nos rodean. Toda la materia es armada usando información de la mente y de las mentes de aquellos que nos rodean y del resto del universo.
La ecuación de Einstein E=mc² establece que la energía contenida en cualquier materia es igual a la masa de esa materia multiplicada por el cuadrado de la velocidad de la luz (¡eso es un número muy grande!). Esto demuestra que 1) aún las partes más pequeñas de la materia tienen una tremenda cantidad de energía dentro de sí (así es como funcionan las explosiones nucleares) y 2) nosotros y el resto de las cosas son solo energía ensamblada con información de la mente.
El mundo subatómico no es para nada estático. Es una increíble danza de interminable creación y destrucción, con partículas que se destruyen a sí mismas y en esa misma destrucción dan nacimiento a nuevas partículas.
La mayor parte de las partículas tienen una inimaginable vida corta (mil millonésimas de segundo). El universo completo se está recreando a sí mismo constantemente. Nos podemos imaginar lo que significa que todo es barrido, limpiado y restaurado solo un poquito diferente cada trillonésima de segundo o algo así.
Aquí hay otra cosa increíble: cuando una partícula es creada, ¡viaja instantáneamente a la velocidad de la luz! Literalmente, venimos de la luz tal como lo cuentan muchos relatos sobre la creación. Una cosa más: las partículas se pueden mover hacia delante o hacia atrás en el tiempo. ¡Esta es la sustancia de la que estamos hechos y sobre la cual tenemos control!
No existe una cosa tal como el espacio vacío. Todo el “espacio” está lleno de energía, la misma energía de la cual estamos hechos nosotros y el resto de las cosas. El caso es que los cinco sentidos de vista, tacto, oído, olfato y gusto no detectan la gran variedad de otros tipos de formas que existen en el universo. En otras palabras, sólo podemos percibir formas que son detectables con los cinco sentidos (al menos que hayamos desarrollado otros sentidos). Esto no significa que esas formas detectables por los seres humanos, formas físicas sean las únicas cosas que existen en el universo. Pensemos en el universo como un holograma. De cualquier manera, la idea de todo esto es saber que somos parte de un océano gigantesco de energía y que literalmente nada nos separa de nada. La única “separación” que percibimos es una ilusión causada por las limitaciones de los cinco sentidos. Literalmente somos Uno.
Somos un todo orgánico cuyas partes están cambiando todo el tiempo. Cada parte puede mirar a las otras partes y cada parte tiene su propio nivel de conciencia y conocimiento. Aún así, el todo actúa exactamente como el todo, mientras que las partes actúan como parte del todo con propiedades individuales y con propiedades del todo.
El Dr. J.S. Bell, un físico del CERN (Organización Europea para la Investigación Nuclear) en Suiza, encontró una prueba matemática en 1964 en la que mostraba que todas las partes “separadas” del universo están conectadas de una forma inmediata y cercana. Muchos experimentos muestran que las partículas separadas por el espacio y el tiempo saben de alguna manera lo que la otra está haciendo en el momento exacto en el que la otra partícula lo está haciendo. En otras palabras, no se comunican. La comunicación toma tiempo y requiere un mensaje. Esto es diferente. Saben sin tener que comunicarse. Actúan simultáneamente como si estuviesen íntimamente conectadas de alguna manera a través del espacio y el tiempo, de una manera tal que no son afectadas por la separación de espacio y tiempo entre ellas.
Otra cosa muy profunda que muestra la construcción matemática de Bell es que la acción de una partícula subatómica depende de algo que le está sucediendo en otro lugar a otra partícula subatómica. En otras palabras, todos los eventos subatómicos son efectos de otros y causas de otros tantos. ¡Esto pone bajo una luz completamente diferente la ley de causa y efecto, del karma y del cosechar lo que sembramos! Las leyes de causa y efecto, el karma, no es sólo espiritual sino que también es científico.
Todos los pensamientos del universo, individuales y colectivos causan que la energía se “configure” en la realidad física que experimentamos. Esto es así, pero hay una causa aún más fuerte. Esta es el ser; el estado del ser. Hay muchos estados del ser tales como ser feliz, ser rápido, ser rico, etc. Esta es la causa más fuerte, la Primera Causa de todo. Esto es así debido a que es la declaración del Espíritu, del uno mismo. A partir de un estado se generan pensamientos propios de ese estado.
Aquí hay otra forma de entender cómo es que todos somos uno: la Ciencia muestra que nosotros mismos y todas las cosas están hechas de energía e intercambian energía con todas las demás cosas, todo el tiempo y de una manera muy compleja. La energía es el bloque constructivo de toda la materia. La misma energía de la que está compuesta nuestra carne es la misma de la que están compuestos los ladrillos de nuestras casas y los árboles que están afuera. No hay “energía del árbol” y “energía del hombre”. Todo es la misma energía. La energía está constantemente fluyendo, cambiando de forma todo el tiempo. Esto es una explicación muy simplificada de una cosa bastante compleja.
A nivel cuántico, todo se parece a un gran plato de “sopa” de energía, un océano de energía que está siempre fluyendo, un océano que tiene diferentes concentraciones y esencias en varios puntos. Imaginemos un océano con una zona caliente, una zona turbulenta y así sucesivamente. (El océano representa la “sopa de energía” y las zonas representan los varios objetos físicos tales como un cuerpo ó un árbol).
La zona caliente intercambia moléculas con el resto del océano. La zona turbulenta también intercambia moléculas de agua con el resto del océano pero la esencia de esa zona caliente permanece caliente y la de la zona turbulenta permanece como tal. Hay intercambio y flujo a nivel molecular pero en un nivel más elevado las zonas permanecen calientes ó turbulentas a pesar de que las moléculas que la componían hace un momento ya se han ido y se han reemplazado por otras de otras regiones. Las moléculas en la zona caliente cambian pero la esencia de las características de esa zona permanece caliente. Las características de una región pueden permanecer iguales a pesar de que las partículas que forman esa región son siempre diferentes, entrando y saliendo de y hacia otras regiones. Esta es la manera en que somos a nivel cuántico, un gran campo de energía interconectada con localizaciones de características. Compartimos la misma energía con todo lo demás y no obstante, asumimos características únicas. Es una matriz muy compleja, una telaraña compleja.
Ahora pongámoslo un poquito más complicado. Imaginemos ahora que hay dos personas en una habitación. Ambas están deprimidas y tristes. Sus niveles de energía son bajos. Una de ellas cuenta un chiste y la otra se ríe. La persona que contó el chiste causa que la otra persona que se empezó a reír eleve su nivel de energía y se vuelva más vibrante. Esto causa que el que dijo el chiste también se ría porque hay una nueva alegría en el aire y están compartiendo un chiste. La persona A causó un cambio en la persona B y esto retornó para causar un cambio en A. ¿Has notado cómo te sientes bien después de que le cuentas chistes a mucha gente y mejor que si se lo contaras a una sola persona? Esa gente toma el chiste que contaste y se lo cuenta a otros amigos y éstos se lo cuentan a amigos de sus amigos y se desparrama. Bueno, el Universo es mucho más complicado que eso. Un cambio en una parte de ese gigantesco campo de energía se propaga y causa cambios en las partes próximas a él y éstas causan cambios en las zonas próximas a sí mismas y el efecto ¡se continúa para siempre! ¿Puedes imaginarte eso? ¡Nuestra sonrisa cambia la composición de todo el universo! Científicamente, el enojo también hace lo mismo.
Cualquier cosa que hacemos, cualquier pensamiento que tenemos, se propaga para siempre y cambia la composición de todo el universo sin importar que tan pequeño sea el cambio.
Ahora aquí va algo que es aún más interesante. Debido a que tú somos parte de ese universo, esa propagación, como un rizo, nos vuelve dándonos un toque de una esencia similar. Causamos un cambio en el campo de energía que nos rodea y éste se propaga tocando todo y por supuesto como reacción ¡todo vuelve a nosotros multiplicado! Esto es similar a lo que ocurre con los rizos que se forman como círculos en expansión cuando ponemos el dedo en un vaso con agua. Pero, en nuestro caso esas ondas siguen para siempre y también se chocan con otras localizaciones de energía, causan cambios en ellas, éstas reaccionan, por así decirlo, envían sus propias ondas y estas ondas rebotan hasta que llegan a nosotros, nos cambian y reaccionamos y esta increíble danza sigue para siempre. Esta es la forma en que, científicamente, funciona la ley de causa y efecto y lo hace de manera multiplicativa. Esto sucede a nivel de energía y a nivel espiritual. En ambos casos, el mejoramiento de un individuo en el sistema causa un mejoramiento de todo el sistema y un mejoramiento de todo el sistema causa un mejoramiento en el individuo. La inversa también es cierta.
Suponiendo que dejáramos constantes todas las demás cosas, un individuo y una sociedad lograrán tener riqueza y felicidad en la medida que entiendan de qué está hecho el universo y aprendan a controlar la creación.
Esa es nuestra breve introducción a la substancia de la cual estamos hechos.
La Física Cuántica muestra que el mundo no es la cosa dura e incambiable como aparenta ser. En lugar de ello, es un lugar muy fluido que se construye continuamente usando nuestros pensamientos individuales y colectivos y estados del ser como sociedad, país, familia, planeta, sistema solar o universo.
Hemos comenzado a destapar la ilusión. Sabemos de qué están hechas nuestras experiencias tridimensionales y hemos comenzado a examinar cómo es que las fabricamos.
Todo el universo es creado con la participación y observación de aquellos que participan y observan. La riqueza es manifestada debido a que tú y yo la estamos examinando. Tu certeza, tu fe y tu atención es lo que la crean.
En realidad, ya existe como una onda de probabilidad, pero tú, causas que sea una cosa definida, un evento en un punto del espacio y del tiempo. Esto va aún más profundo. Ya existe como un evento pero la percepción del tiempo la hace aparecer “aparte” y “separada”. Una vez que se entiende lo que es el tiempo y cómo funciona, se es capaz de manifestar más rápido y en grandes cantidades.
Ahora vayamos a algo un poquito más complicado. Hemos visto que las partículas subatómicas existen como probabilidades y que cuando las observamos causan su localización en un punto particular del espacio y del tiempo. En otras palabras, una partícula tiene el potencial de estar en los lugares A, B, C y D. Cuando observamos el lugar C, aparece en el lugar C y cesa de tener la posibilidad de aparecer en los lugares A, B y D hasta que dejamos de observar el lugar C.
Muy bien, una nueva escuela de pensamiento está estudiando la teoría de Everett-Wheeler-Graham que dice que los cuantos se localizarán en los cuatro puntos ¡pero en diferentes mundos que coexisten con el nuestro! En otras palabras, todas las posibilidades se manifiestan realmente en lo físico ¡pero en mundos paralelos! Hay evidencias de esto en las investigaciones realizadas por físicos que buscan signos de que el universo es un gigantesco holograma multidimensional. ¿Cómo funciona esto? Cuando una partícula tiene la probabilidad de estar en los lugares A, B, C y D no elegirá solamente un lugar para estar sino que elegirá estar en los cuatro, pero para que esto sea posible, el universo se “parte” en cuatro, sin que cada uno de ellos se dé cuenta de los otros tres. En la mecánica cuántica, a esto se le llama la interpretación de los mundos múltiples ó universos paralelos.
Suena descabellado pero si se piensa un poco, es definitivamente posible –nada es imposible para La Fuente. Muchas religiones nos dicen que aún antes de que lo pidamos ya se nos ha concedido. También nos dicen que todo lo que pueda existir existe Ahora. Hoy en día también sabemos que el universo se parte ó mejor aún que crea la ilusión de la separación, de manera tal que una “pieza” pueda ser la pieza observada y la otra pueda ser el observador para conocerse a sí misma. El Uno se parte a sí mismo de manera que se pueda conocer a sí mismo y tener algo con que compararse. Cuando es solo Uno no tiene nada con lo cual compararse para saber lo que es.
El Ser, el espíritu, es eterno y existe a través del espacio y el tiempo. Ahora bien, la próxima decisión que tomemos partirá el universo. Nos volveremos conscientes de la parte del universo que elijamos. Existiremos en la otra parte que no elegimos, pero no estaremos “despiertos” en ella, a pesar de que sus esencias aún nos lleguen y nos ayuden a conocer lo que elegimos y viceversa.
Otras personas que eligieron el otro mundo que nosotros no elegimos estarán “despiertas” en él pero no aquí, en nuestro mundo. Ahora podemos ver cómo el libre albedrío funciona todo el tiempo sin entrar en conflicto con sí mismo y además, como es que una verdad puede ser aparentemente contradictoria y no obstante ser totalmente verdadera.
El universo también se “parte” en nuestro ser presente, nuestros seres pasados y nuestros seres futuros. Estamos despiertos a uno de esos seres a la vez (nuestro ser presente) pero nuestros futuros seres, por ejemplo, son capaces de advertirle a nuestro ser presente de cosas por las cuales ya pasaron y no les agradaron de manera de que no pasemos por lo mismo. Es una matriz muy compleja y constantemente cambiante. Toda la matriz se desplaza con cada decisión. La vida está constituida de procesos eternos que existen al mismo tiempo con todas las posibles existencias, en este momento. Solamente elegimos una para estar despiertos de instante en instante. La física está recién comenzando a probarlo.
Ahora sabemos que el universo se originó de una existencia similar a la de una partícula subatómica. Desde entonces se ha estado expandiendo a una velocidad más alta de la que podamos imaginar. Se forman océanos, se forman mundos y cosas similares, todo por cortesía de la Física Cuántica.
Pero esto es aún más mágico. El universo está continuamente dando nacimiento a nuevos universos. Muchos físicos ven ahora evidencias de comportamiento acorde a la teoría de los universos paralelos y de varias interpretaciones de la Física Cuántica que existen a este efecto. La mayoría de los físicos creen que la nuestra es una existencia continua pero caótica ó azarosa, principalmente porque no han encontrado otra razón para la existencia. Pero, ¿qué papel juega el Espíritu? ¿Qué rol cumples nosotros, nuestro ser, nuestra alma? ¿Puede ser que nuestras elecciones sean la causa de esta fragmentación “caótica” de los mundos? A los físicos les agrada excluir de sus investigaciones al espíritu a pesar de que éste da nacimiento a la materia y no al revés. Pensemos un poco. Einstein es uno de los pocos físicos que se resistió a creer que todo ocurre de forma caótica o azarosa. Dijo que se resistía a creer que “Dios juegue a los dados”.
El mundo cuántico es el mundo real. El mundo que vemos con los ojos es simplemente una percepción imperfecta de un grupo de actividades cuánticas. Aún así, la actividad cuántica es causada por uno mismo, nosotros somos la Primera Causa. Pero, lo que vemos con los ojos no es la Primera Causa, sino sólo un efecto. Una buena ilustración de ello es el famoso experimento del gato de Schroedinger (propuesto por Erwin Schroedinger, a quién se le otorgó el premio Nobel de Física en 1933). Muestra lo que ocurre cuando se pone un gato en una caja con una botella de gas venenoso. Se coloca un dispositivo dentro de la caja, el cual puede abrir la botella de gas y por lo tanto matar al gato. Luego uno cierra la caja de manera que no se pueda ver lo que hay adentro. A propósito, el gas de la botella sólo se vuelve venenoso si un átomo radiactivo en particular, se descompone.
La Física Cuántica muestra que éste átomo radiactivo existe simultáneamente en los estados de “descomposición” y de “no descomposición” hasta el momento en que se lo mida (o sea hasta que se abre la caja para ver si el gato está vivo o muerto). (Todo existe en todos los posibles estados hasta que se observa), no se puede saber si el gato está vivo ó muerto sin abrir la caja. Mientras que la caja permanezca cerrada, el gato está, al mismo tiempo, tanto vivo como muerto.
Por esta razón es que la Física Cuántica parece ser tan loca- ¡dos estados contradictorios existen al mismo tiempo! Es, en el momento en que uno abre la caja para verificar si se descompuso ó no el átomo radiactivo y por lo tanto si el gato está vivo ó muerto, cuando uno de estos dos estados se materializa.
Aún así, los físicos saben ahora que (1) sus expectativas y pensamientos influyen en los resultados y (2) la interpretación de los mundos múltiples ó universos paralelos nos dice que ambos ocurren pero el mundo se “parte” en ambos y nosotros tomamos, en algún nivel, aquello que elegimos.
Sabemos ahora que todo en el universo es una dualidad onda-partícula. Lo que esto significa es que todo, incluido el cuerpo y tu casa, son una onda y una partícula al mismo tiempo. No hay diferencia entre nosotros y la luz –excepto por el hecho de que la luz tiene una longitud de onda diferente de la nuestra pero somos aproximadamente lo mismo que la luz. Esto lo dice actualmente la Física. Miles de años atrás, varios maestros espirituales no dijeron lo mismo- venimos de la luz. Somos luz. En efecto, si examináramos el cuerpo con un microscopio encontraríamos que más del 99% es “espacio”. El resto, la parte sólida, es sólo un conjunto de exactamente las mismas cosas de las cuales está compuesta la luz, de las mismas partículas subatómicas. En realidad, incluso el “espacio” está lleno de energía.
Nuestra mente, a partir del espíritu, mantiene al cuerpo “unido” como una unidad “sólida”. Nuestra mente hace lo mismo con otras cosas que nos rodean. Toda la materia es armada usando información de la mente y de las mentes de aquellos que nos rodean y del resto del universo.
La ecuación de Einstein E=mc² establece que la energía contenida en cualquier materia es igual a la masa de esa materia multiplicada por el cuadrado de la velocidad de la luz (¡eso es un número muy grande!). Esto demuestra que 1) aún las partes más pequeñas de la materia tienen una tremenda cantidad de energía dentro de sí (así es como funcionan las explosiones nucleares) y 2) nosotros y el resto de las cosas son solo energía ensamblada con información de la mente.
El mundo subatómico no es para nada estático. Es una increíble danza de interminable creación y destrucción, con partículas que se destruyen a sí mismas y en esa misma destrucción dan nacimiento a nuevas partículas.
La mayor parte de las partículas tienen una inimaginable vida corta (mil millonésimas de segundo). El universo completo se está recreando a sí mismo constantemente. Nos podemos imaginar lo que significa que todo es barrido, limpiado y restaurado solo un poquito diferente cada trillonésima de segundo o algo así.
Aquí hay otra cosa increíble: cuando una partícula es creada, ¡viaja instantáneamente a la velocidad de la luz! Literalmente, venimos de la luz tal como lo cuentan muchos relatos sobre la creación. Una cosa más: las partículas se pueden mover hacia delante o hacia atrás en el tiempo. ¡Esta es la sustancia de la que estamos hechos y sobre la cual tenemos control!
No existe una cosa tal como el espacio vacío. Todo el “espacio” está lleno de energía, la misma energía de la cual estamos hechos nosotros y el resto de las cosas. El caso es que los cinco sentidos de vista, tacto, oído, olfato y gusto no detectan la gran variedad de otros tipos de formas que existen en el universo. En otras palabras, sólo podemos percibir formas que son detectables con los cinco sentidos (al menos que hayamos desarrollado otros sentidos). Esto no significa que esas formas detectables por los seres humanos, formas físicas sean las únicas cosas que existen en el universo. Pensemos en el universo como un holograma. De cualquier manera, la idea de todo esto es saber que somos parte de un océano gigantesco de energía y que literalmente nada nos separa de nada. La única “separación” que percibimos es una ilusión causada por las limitaciones de los cinco sentidos. Literalmente somos Uno.
Somos un todo orgánico cuyas partes están cambiando todo el tiempo. Cada parte puede mirar a las otras partes y cada parte tiene su propio nivel de conciencia y conocimiento. Aún así, el todo actúa exactamente como el todo, mientras que las partes actúan como parte del todo con propiedades individuales y con propiedades del todo.
El Dr. J.S. Bell, un físico del CERN (Organización Europea para la Investigación Nuclear) en Suiza, encontró una prueba matemática en 1964 en la que mostraba que todas las partes “separadas” del universo están conectadas de una forma inmediata y cercana. Muchos experimentos muestran que las partículas separadas por el espacio y el tiempo saben de alguna manera lo que la otra está haciendo en el momento exacto en el que la otra partícula lo está haciendo. En otras palabras, no se comunican. La comunicación toma tiempo y requiere un mensaje. Esto es diferente. Saben sin tener que comunicarse. Actúan simultáneamente como si estuviesen íntimamente conectadas de alguna manera a través del espacio y el tiempo, de una manera tal que no son afectadas por la separación de espacio y tiempo entre ellas.
Otra cosa muy profunda que muestra la construcción matemática de Bell es que la acción de una partícula subatómica depende de algo que le está sucediendo en otro lugar a otra partícula subatómica. En otras palabras, todos los eventos subatómicos son efectos de otros y causas de otros tantos. ¡Esto pone bajo una luz completamente diferente la ley de causa y efecto, del karma y del cosechar lo que sembramos! Las leyes de causa y efecto, el karma, no es sólo espiritual sino que también es científico.
Todos los pensamientos del universo, individuales y colectivos causan que la energía se “configure” en la realidad física que experimentamos. Esto es así, pero hay una causa aún más fuerte. Esta es el ser; el estado del ser. Hay muchos estados del ser tales como ser feliz, ser rápido, ser rico, etc. Esta es la causa más fuerte, la Primera Causa de todo. Esto es así debido a que es la declaración del Espíritu, del uno mismo. A partir de un estado se generan pensamientos propios de ese estado.
Aquí hay otra forma de entender cómo es que todos somos uno: la Ciencia muestra que nosotros mismos y todas las cosas están hechas de energía e intercambian energía con todas las demás cosas, todo el tiempo y de una manera muy compleja. La energía es el bloque constructivo de toda la materia. La misma energía de la que está compuesta nuestra carne es la misma de la que están compuestos los ladrillos de nuestras casas y los árboles que están afuera. No hay “energía del árbol” y “energía del hombre”. Todo es la misma energía. La energía está constantemente fluyendo, cambiando de forma todo el tiempo. Esto es una explicación muy simplificada de una cosa bastante compleja.
A nivel cuántico, todo se parece a un gran plato de “sopa” de energía, un océano de energía que está siempre fluyendo, un océano que tiene diferentes concentraciones y esencias en varios puntos. Imaginemos un océano con una zona caliente, una zona turbulenta y así sucesivamente. (El océano representa la “sopa de energía” y las zonas representan los varios objetos físicos tales como un cuerpo ó un árbol).
La zona caliente intercambia moléculas con el resto del océano. La zona turbulenta también intercambia moléculas de agua con el resto del océano pero la esencia de esa zona caliente permanece caliente y la de la zona turbulenta permanece como tal. Hay intercambio y flujo a nivel molecular pero en un nivel más elevado las zonas permanecen calientes ó turbulentas a pesar de que las moléculas que la componían hace un momento ya se han ido y se han reemplazado por otras de otras regiones. Las moléculas en la zona caliente cambian pero la esencia de las características de esa zona permanece caliente. Las características de una región pueden permanecer iguales a pesar de que las partículas que forman esa región son siempre diferentes, entrando y saliendo de y hacia otras regiones. Esta es la manera en que somos a nivel cuántico, un gran campo de energía interconectada con localizaciones de características. Compartimos la misma energía con todo lo demás y no obstante, asumimos características únicas. Es una matriz muy compleja, una telaraña compleja.
Ahora pongámoslo un poquito más complicado. Imaginemos ahora que hay dos personas en una habitación. Ambas están deprimidas y tristes. Sus niveles de energía son bajos. Una de ellas cuenta un chiste y la otra se ríe. La persona que contó el chiste causa que la otra persona que se empezó a reír eleve su nivel de energía y se vuelva más vibrante. Esto causa que el que dijo el chiste también se ría porque hay una nueva alegría en el aire y están compartiendo un chiste. La persona A causó un cambio en la persona B y esto retornó para causar un cambio en A. ¿Has notado cómo te sientes bien después de que le cuentas chistes a mucha gente y mejor que si se lo contaras a una sola persona? Esa gente toma el chiste que contaste y se lo cuenta a otros amigos y éstos se lo cuentan a amigos de sus amigos y se desparrama. Bueno, el Universo es mucho más complicado que eso. Un cambio en una parte de ese gigantesco campo de energía se propaga y causa cambios en las partes próximas a él y éstas causan cambios en las zonas próximas a sí mismas y el efecto ¡se continúa para siempre! ¿Puedes imaginarte eso? ¡Nuestra sonrisa cambia la composición de todo el universo! Científicamente, el enojo también hace lo mismo.
Cualquier cosa que hacemos, cualquier pensamiento que tenemos, se propaga para siempre y cambia la composición de todo el universo sin importar que tan pequeño sea el cambio.
Ahora aquí va algo que es aún más interesante. Debido a que tú somos parte de ese universo, esa propagación, como un rizo, nos vuelve dándonos un toque de una esencia similar. Causamos un cambio en el campo de energía que nos rodea y éste se propaga tocando todo y por supuesto como reacción ¡todo vuelve a nosotros multiplicado! Esto es similar a lo que ocurre con los rizos que se forman como círculos en expansión cuando ponemos el dedo en un vaso con agua. Pero, en nuestro caso esas ondas siguen para siempre y también se chocan con otras localizaciones de energía, causan cambios en ellas, éstas reaccionan, por así decirlo, envían sus propias ondas y estas ondas rebotan hasta que llegan a nosotros, nos cambian y reaccionamos y esta increíble danza sigue para siempre. Esta es la forma en que, científicamente, funciona la ley de causa y efecto y lo hace de manera multiplicativa. Esto sucede a nivel de energía y a nivel espiritual. En ambos casos, el mejoramiento de un individuo en el sistema causa un mejoramiento de todo el sistema y un mejoramiento de todo el sistema causa un mejoramiento en el individuo. La inversa también es cierta.
Suponiendo que dejáramos constantes todas las demás cosas, un individuo y una sociedad lograrán tener riqueza y felicidad en la medida que entiendan de qué está hecho el universo y aprendan a controlar la creación.
Esa es nuestra breve introducción a la substancia de la cual estamos hechos.
La Física Cuántica muestra que el mundo no es la cosa dura e incambiable como aparenta ser. En lugar de ello, es un lugar muy fluido que se construye continuamente usando nuestros pensamientos individuales y colectivos y estados del ser como sociedad, país, familia, planeta, sistema solar o universo.
Hemos comenzado a destapar la ilusión. Sabemos de qué están hechas nuestras experiencias tridimensionales y hemos comenzado a examinar cómo es que las fabricamos.
Labels:
Bienestar
,
Conocimiento
,
Energía
,
Otras Realidades
Suscribirse a:
Enviar comentarios
(
Atom
)
No hay comentarios :
Publicar un comentario
Si necesitas ponerte en contacto con nosotros...
Utiliza nuestra dirección de correo electrónico, porque este formulario de comentarios No funciona.
Puedes escribirnos aquí: 1er.lobogris@gmail.com
Gracias